Hace unos meses, Estela compro unos libros de Bucay, esos de la coleccion hojas de ruta... supuestamente eran para mi, pero la muy guacha los acaparo para ella y hasta que no los termino de leer, no me los dejo ni tocar.
Un dia vino muy contenta, a contarme una parte de un fragmento de no se quien que Bucay habia escrito en el libro, y la verdad que me encanto... aca va:
Ella y yo haciamos el amor diariamente
en otras palabras
los lunes, los martes y los miercoles
haciamos el amor invariablemente...
Los jueves, los viernes y los sabados
haciamos el amor igualmente...
Por ultimo los domingos
haciamos el amor religiosamente.
Haciamos el amor compulsivamente.
Lo haciamos deliberadamente.
Lo haciamos espontaneamente.
Haciamos el amor por compatibilidad de caracteres,
por favor, por supuesto, por telefono,
de primera intencion y en ultima instancia,
por no dejar y por si acaso,
como primera medida y como ultimo recurso.
Haciamos el amor por osmosis y por simbiosis:
Y a eso le llamabamos hacer el amor cientificamente.
Pero tambien hicimos el amor yo a ella y ella a mi:
Es decir, reciprocamente.
Y cuando ella se quedaba en la mitad de un orgasmo,
y yo, con el miembro convertido en un musculo flaccido no podia llenarla,
entonces haciamos el amor lastimosamente.
Lo cual no tiene nada que ver con las veces en que yo me
imaginaba que no iba a poder, y no podia,
y ella pensaba que no iba a sentir, y no sentia,
o bien estabamos tan cansados y preocupados que ninguno
de los dos alcanzaba el orgasmo.
Deciamos, entonces,
que habiamos hecho el amor aproximadamente.
O bien a Estefania le daba por recordar las ardillas que el tio
Esteban le trajo de Wisconsin
que daban vueltas como locas en sus jaulas olorosas a creolina,
y yo por mi parte recordaba la sala de la casa de los abuelos,
con sus sillas vienesas y sus macetas de rosas,
esperando la eclosion de las cuatro de la tarde...
asi era como haciamos el amor nostalgicamente,
viniendonos mientras nos ibamos tras viejos recuerdos.
Muchas veces hicimos el amor contra natura,
a favor de natura,
ignorando a natura.
O de noche con la luz encendidas,
o de dia con los ojos cerrados.
O con el cuerpo limpio y la conciencia sucia.
O viceversa.
Contentos, felices, dolientes, amargados.
Con remordimientos y sin sentido.
Con sueño y con frio.
Y cuando estabamos conscientes de lo absurdo de la vida
y de que un dia nos olvidariamos el uno del otro,
entonces haciamos el amor inutilmente.
Para envidia de nuestros amigos y enemigos
haciamos el amor ilimitadamente, magistralmente, legendariamente.
Para honra de nuestros padres, haciamos el amor moralmente.
Para escandalo de la sociedad, haciamos el amor ilegalmente.
Para alegria de los psiquiatras, haciamos el amor sintomaticamente.
Haciamos el amor fisicamente,
de pie y cantando
de rodillas y rezando,
y sobre todo
y por la simple razon de que yo lo queria asi
y ella tambien
Un dia vino muy contenta, a contarme una parte de un fragmento de no se quien que Bucay habia escrito en el libro, y la verdad que me encanto... aca va:
Ella y yo haciamos el amor diariamente
en otras palabras
los lunes, los martes y los miercoles
haciamos el amor invariablemente...
Los jueves, los viernes y los sabados
haciamos el amor igualmente...
Por ultimo los domingos
haciamos el amor religiosamente.
Haciamos el amor compulsivamente.
Lo haciamos deliberadamente.
Lo haciamos espontaneamente.
Haciamos el amor por compatibilidad de caracteres,
por favor, por supuesto, por telefono,
de primera intencion y en ultima instancia,
por no dejar y por si acaso,
como primera medida y como ultimo recurso.
Haciamos el amor por osmosis y por simbiosis:
Y a eso le llamabamos hacer el amor cientificamente.
Pero tambien hicimos el amor yo a ella y ella a mi:
Es decir, reciprocamente.
Y cuando ella se quedaba en la mitad de un orgasmo,
y yo, con el miembro convertido en un musculo flaccido no podia llenarla,
entonces haciamos el amor lastimosamente.
Lo cual no tiene nada que ver con las veces en que yo me
imaginaba que no iba a poder, y no podia,
y ella pensaba que no iba a sentir, y no sentia,
o bien estabamos tan cansados y preocupados que ninguno
de los dos alcanzaba el orgasmo.
Deciamos, entonces,
que habiamos hecho el amor aproximadamente.
O bien a Estefania le daba por recordar las ardillas que el tio
Esteban le trajo de Wisconsin
que daban vueltas como locas en sus jaulas olorosas a creolina,
y yo por mi parte recordaba la sala de la casa de los abuelos,
con sus sillas vienesas y sus macetas de rosas,
esperando la eclosion de las cuatro de la tarde...
asi era como haciamos el amor nostalgicamente,
viniendonos mientras nos ibamos tras viejos recuerdos.
Muchas veces hicimos el amor contra natura,
a favor de natura,
ignorando a natura.
O de noche con la luz encendidas,
o de dia con los ojos cerrados.
O con el cuerpo limpio y la conciencia sucia.
O viceversa.
Contentos, felices, dolientes, amargados.
Con remordimientos y sin sentido.
Con sueño y con frio.
Y cuando estabamos conscientes de lo absurdo de la vida
y de que un dia nos olvidariamos el uno del otro,
entonces haciamos el amor inutilmente.
Para envidia de nuestros amigos y enemigos
haciamos el amor ilimitadamente, magistralmente, legendariamente.
Para honra de nuestros padres, haciamos el amor moralmente.
Para escandalo de la sociedad, haciamos el amor ilegalmente.
Para alegria de los psiquiatras, haciamos el amor sintomaticamente.
Haciamos el amor fisicamente,
de pie y cantando
de rodillas y rezando,
y sobre todo
y por la simple razon de que yo lo queria asi
y ella tambien
haciamos el amor...
voluntariamente.
Lassstima que nombraras a Bucay... lo hubiese disfrutado un millon de veces mas... que cosa esta de la predisposicion, no?
concuerdo con cel, pero la verdad q el texto está muy groso, me gustó mucho!